Santiago Pando: Todos en Uno

Nada existe afuera, sólo ilusión. Todo proviene de uno.

Para cambiar tu realidad antes tienes que modificar tu conjunto de creencias, es decir, tu sistema de creación mental. Creer es crear.

La vida es según como la miras. Tu sistema de creencias es el que proyecta la realidad en la que vives.

Todo es uno significa que la realidad se forma de tus pensamientos. Si quieres saber cómo piensas, observa detenidamente tu vida.

¿Qué es lo que no te gusta de ella? Detéctalo y ahora rastrea los pensamientos negativos dentro de ti que han manifestado esa parte.

Todo lo que no te gusta proviene de pensamientos de miedo. Y de amor, todo lo que te da felicidad y alegría.

Por miedo, tú mismo haz instalado mecanismos de reacción a determinadas circunstancias. Las culpas son como tentáculos que atacan directamente al sistema nervioso. Provocan interferencia y te separan de la fuente de bienestar.

Todo lo que has hecho en tu vida, incluso aquello que crees imperdonable, tiene un propósito: darse cuenta.

Cualquier situación que consideres negativa, la que sea, tiene un lado positivo.

Cuando apresaron a mi suegra, supusimos que era lo peor que nos había pasado en la vida. Y a la distancia hemos comprendido que de hecho fue lo mejor: nos provocó amar la verdad y perderle miedo a la razón.

Y nos hizo entender que todo es uno. No hay culpables, somos responsables. Tú eres el que decide que quieres creer y crear.

Cuando logras ver el lado positivo de la experiencia negativa iluminas esa carga y la transformas en luz interna.

Nadie se ilumina obedeciendo a la razón, es un hecho.
La oscuridad es obediencia a ciegas.

Si agradeces ese divorcio, o ese accidente, o esa enfermedad, o ese familiar, estás aceptando que todo es uno. Es la forma de empezar a liberarte y dejar de sufrir.

Ese pequeño cambio en tu mirada, provoca que la carga negativa se una con su positivo y se haga la luz en ti. Principio de física de secundaria.

Todo es uno significa unir tus polaridades para crear amor, enseñanza Maya.

La gratitud y el perdón son el agua y el jabón que lavan tu campo energético de asuntos pendientes del pasado.

Agradece cada miedo que identifiques en tu interior y perdona el momento en que te provocó la herida. Después, déjalo ir libre hacia la fuente de luz.

Tú no eres el miedo, sólo le haz prestado tu atención.

Eres libre de culpas y miedos cuando entiendes que, entre lo creado y el Creador, todo es uno

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